Moscú, 10 abr (EFE).- Rusia se asoma al precipicio de una nueva crisis por las últimas sanciones impuestas por Estados Unidos contra corporaciones empresariales clave para su economÃa, que ya han provocado el desplome de la Bolsa y la depreciación del rublo.
Los expertos hablan de “guerra económica” declarada a Rusia por la Administración del presidente de EEUU, Donald Trump, toda vez que el último paquete de sanciones afecta a empresas internacionales que dan empleo a cientos de miles de personas y de las que dependen miles de subcontratas en todo el paÃs.
Por si fuera poco, Washington ha amenazado con tomar medidas contra empresas de otros paÃses que mantengan negocios con las compañÃas rusas sancionadas, y ha dado de plazo hasta el próximo 5 de junio para cortar cualquier relación con ellas.
Aunque lo más preocupante para la sufrida economÃa rusa -que salió hace solo un año de una larga recesión, provocada por las primeras sanciones de Occidente y la caÃda de los precios del petróleo- es que la intención declarada de EEUU es seguir apretando al régimen de VladÃmir Putin.
La Casa Blanca ya ha responsabilizado al Kremlin del presunto ataque quÃmico contra la ciudad siria de Duma, último reducto rebelde en la provincia de Damasco, y Trump ha amenazado con que los culpables de respaldar al régimen de Bachar al Asad “pagarán un alto precio”.
El Ãndice RTS de la Bolsa de Moscú, de referencia por su denominación en dólares estadounidenses, cae hoy por segundo dÃa consecutivo y ya acumula una pérdida cercana al 12 % de su valor, arrastrado por el desplome de las principales compañÃas minerometalúrgicas del paÃs.
También se ha derrumbado el rublo, que ha perdido casi el 10 % en relación a las principales divisas internacionales, algo que de perdurar podrÃa traducirse en una rápida subida de precios de los productos importados.
El Kremlin quiere quitar peso al descalabro de los mercados y la divisa y el Banco Central de Rusia (BCR) aseguró que la situación no entraña riesgos para la estabilidad financiera del paÃs.
“Las tendencias negativas en la Bolsa tienen en parte un componente coyuntural y en parte emocional. Más tarde habrá una corrección” al alza, dijo a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
A su vez, la presidenta del BCR, Elvira Nabiúlina, llamó a la calma a los mercados y a la población, al recordar que la inflación del 2,4 % registrada en los últimos meses “es la más baja de la historia” de la Rusia postsoviética.
Aunque las autoridades insisten en quitar importancia al efecto de las sanciones, la caÃda de los mercados demuestra que éste sà ha sido un golpe sensible para la economÃa.
Los inversores extranjeros han sido los primeros en salir del capital de las empresas sancionadas y de otras que podrÃan sufrir efectos colaterales, como los bancos que les han otorgado préstamos.
AsÃ, las industrias de maquinaria suizas Oerlikon y Sulzar, anunciaron ayer la compra de todas sus acciones en manos de VÃktor Vekselberg, uno de los empresarios y multimillonarios rusos incluidos en la nueva lista negra de EEUU, integrada por siete oligarcas y 17 funcionarios, muchos de ellos dirigentes de grandes compañÃas estatales.
Vekselberg es el presidente del grupo Renova, un conglomerado empresarial con intereses en los ámbitos de energÃa, metalurgia, minerÃa, finanzas, comunicaciones y servicios, entre otros.
El desplome de la Bolsa y de la divisa nacional empezó ayer, en un nuevo “lunes negro” de la historia contemporánea del paÃs, que arrancó con una caÃda cercana al 50 % de las acciones en el mercado de Hong Kong del gigante metalúrgico Rusal, del multimillonario Oleg Deripaska, uno de los sancionados.
A Rusal le siguieron a la baja prácticamente todas las grandes empresas minerometalúrgicas del paÃs, con caÃdas por encima del 15 %, y el monopolio gasÃstico Gazprom, cuyo presidente, Alexéi Miller, también está en la última lista de sancionados por Washington.
Igualmente, Sberbank y VTB, los dos bancos más importantes del paÃs, también acumulan importantes pérdidas en la Bolsa de Moscú.
También están en esa lista Kirill Shamálov, exyerno de Putin y accionista de la empresa energética Sibur; Suleimán KerÃmov, que controla la compañÃa extractora de oro Polus, y VladÃmir Bodgánov, director de la petrolera Surgutneftegaz.
La agencia estadounidense Bloomberg ha estimado que los oligarcas rusos han perdido 16.000 millones de dólares en las últimas 24 horas.
Según analistas consultados por el diario digital Gazeta.ru, tan sólo el golpe contra las empresas de Deripaska -investigado en EEUU como parte de la llamada trama rusa por sus supuestos lazos con Paul Manafort, exjefe de campaña de Trump- puede afectar al 15 % de la economÃa rusa.
Por Arturo Escarda