Abengoa establece nuevos precios internos a los gases de efecto invernadero
Abengoa ha fijado por tercer año consecutivo precios internos a sus emisiones de carbono. La compañía continúa así con sus acciones frente al cambio climático, demostrando su compromiso con el impulso del Acuerdo de París y siguiendo las recomendaciones de los índices de sostenibilidad, agencias de rating e instituciones internacionales.
El precio interno del carbono en Abengoa es un compromiso de la compañía para trasladar el riesgo de las políticas de cambio climático a precios de CO2 en las distintas geografías en las que opera. Asimismo, refleja la existencia o ausencia de sistemas de imposición de tasas al carbono o de mercados de derechos de emisión, así como el calendario de implantación previsto. Por este motivo, los precios fijados varían de los países con previsión de implantación de tasas o mercados de derechos antes de 2020 frente a aquellos en los que no es previsible su incorporación a estos mecanismos o regulaciones.
El precio interno de carbono de Abengoa incorpora igualmente en su análisis previo el coste de las acciones dirigidas desarrolladas por la compañía para reducir emisiones y lograr que sus actividades sean más eficientes para que el coste por abatir una tonelada de carbono sea menor. Además, contempla la evolución de los precios en los mercados de derechos de emisión implantados y maduros.
Este año Abengoa diferencia por primera vez dos precios internos de carbono: uno aplicable a geografías con sistemas maduros para gravar las emisiones de GEI y otro para países sin mecanismos de este tipo. Así, el precio interno del CO2 para actividades de Abengoa en Europa se fija en 6€/tCO2 y en 0,1€/tCO2 para las actividades de la compañía en el resto del mundo.
El cálculo del precio interno en Europa se ha realizado sobre un entorno de menor riesgo e impacto sobre las actividades de la compañía respecto a 2015, motivado fundamentalmente por la reducción de precios de los EUA en el EU-ETS.
En el mismo sentido actúa la reducción de emisiones anual de la compañía, que plantea una reducción de 2,5 millones de toneladas de CO2 para 2020 sobre el inventario de gases de efecto invernadero de 2013 y que cuenta ya con un volumen acumulado de 701.164 tCO2 en los últimos tres años. Así, al calcularse año tras año sobre un menor volumen de emisiones, la actividad de la compañía es más eficiente, mitigando el impacto económico del coste de los créditos en actividades reguladas.