Paivert crea un jardín vertical para Porcelanosa en Chile
Paivert ha proyectado un jardín vertical corporativo para la nueva tienda de Porcelanosa, ubicada en una de las zonas más exclusivas de la ciudad de Santiago de Chile, la comuna de Vitacura, un área principalmente residencial con viviendas de alto standing.
Paisajismo y arquitectura evolucionan de forma constante, estableciendo sinergias en muchas ocasiones, con técnicas que maximizan el aprovechamiento del espacio de forma atractiva y sostenible. Los jardines verticales son prueba de ello y, en este caso, Paivert se presenta como un paradigma en esta área. La empresa destaca por su sensibilidad por la naturaleza y la forma de plasmarla en las urbes, dando vida a atractivos y eficientes ecosistemas verticales. Se trata de una reconocida firma española especializada en paisajismo vertical, con sede en Santiago de Chile, dirigida por Manuel Richard de la Cruz, ingeniero agrícola y paisajista, con la colaboración de Ana Isabel Richard de la Cruz, interiorista.
Paivert acaba de proyectar un jardín vertical hidropónico que cuenta con el sistema Hidropai y más de 500 plantas. El trabajo responde al requerimiento de un cliente que buscaba un jardín vertical para integrar en el showroom de la nueva tienda, que inspirara relajación y belleza al espacio, rompiendo el gris de la estructura de hormigón del edificio y con un bajo mantenimiento.
Con la idea de integrar vegetación, arquitectura, estética y entorno, de una forma óptima, siempre teniendo en cuenta la existencia de firmas de moda y diseño de la zona, Manuel Richard explica que decidieron “realizar un jardín vertical corporativo elegante y romántico, donde destacara el color blanco en todos sus bordes, distintivo de nuestra firma. Este tono aporta pureza, presencia al espacio y sigue la línea minimalista y vanguardista del cliente”.
Sistema de riego
El jardín ha sido realizado con su sistema hidropónico Hidropai, consistente en una estructura de perfiles metálicos anclados a la pared y una base de plantación formada por unas planchas de PVC y Geotextil fijadas a estos perfiles. El sistema de riego es por goteo automatizado con recirculación y fertirrigación controlada.
Debido a las condiciones del espacio, se ha colocado el depósito de riego separado del jardín vertical y conectado a éste a través de una canaleta de recogida de agua de riego, embellecida con piedra de río tipo asiática de color blanco.
Entorno vegetal
También la vegetación ha sido seleccionada teniendo en cuenta los requerimientos del cliente y los factores climáticos tan mediterráneos de la zona. Para ello, tal y como explica Richard, se estudió “la incidencia de horas de sol, luz y factores de humedad del espacio entre otros. El objetivo es lograr que el jardín permanezca siempre verde, con toques de flores prácticamente todo el año y equilibrado en el tamaño general de las plantas”. Para ello, se ha utilizado planta arbustiva, trepadora, tapizante y suculenta, así como pequeñas flores acordes a la escala del jardín, de colores blanco, amarillo, rosado y violeta. En este sentido, el paisajista destaca “la saloleirolia soleirolii, muy buena cubridora, que transmite delicadeza; trepadoras como la hedera mini variegada, que da movimiento; y tipos de sedum verde que realzan la perennidad verde del jardín”.
Tras la finalización del proyecto, Richard asegura sentirse satisfecho por haber logrado trazar con éxito una línea divisoria entre lo urbano y lo natural, incentivando la aparición de especies vegetales para ayudar así a perfilar un exclusivo sello corporativo. «El resultado fue el esperado por nuestro cliente y todo un éxito para el disfrute de los visitantes de la tienda. Este jardín vertical se suma a la red de espacios verdes verticales de la ciudad donde estamos establecidos desde hace tres años aportando verde y conocimiento a los profesionales del sector”, concluye Richard.