Las inversiones en carreteras, la apuesta de fomento por el Ferrocarril o el modelo de financiación de las vías de transporte son algunos de los temas que se han debatido en el hotel Palace de Madrid en un encuentro organizado por la Asociación Española de la Carretera (AEC). En él, además de su presidente, Miguel María Muñoz Molina, han participado representantes políticos de los grupos de la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados.
Al acto, moderado por la periodista Pilar Cernuda, han asistido además diversos representantes del ámbito empresarial relacionado con la construcción y la carretera. En su apertura, el presidente de la AEC hablaba de “cinco grandes bloques de preocupación“: el “riesgo de pérdida del valor de la red de carreteras“, el peligro de “acumulación de déficits en conservación de carreteras“, los “planteamientos alejados de la realidad de la movilidad en España“, la toma de decisiones “alejadas de la racionalidad económica” y, por último, “que el discurso medioambiental lo justifique todo”.
Uno de los ejes centrales del discurso de la AEC es la desproporción que desde el sector ven a favor del ferrocarril. Y como ejemplo, la pregunta que lanzaba a modo de provocación el presidente de la Asociación: “¿No ha llegado ya el momento de pinchar la burbuja ferroviaria?”
Para defender la importancia de la carretera como red de transporte, Miguel María Muñoz ofreció algunos datos, como que “el 9,5% de la recaudación de impuestos del estado se obtenga vía carreteras“, o el hecho de que “el 76% del presupuesto destinado a infraestructuras, el 1,28% del PIB, se destine al AVE cuando los viajeros de ferrocarril son el 2% del total de viajeros, y los viajeros del AVE son el 2% del total de viajeros de ferrocarril”. En definitiva, lamentaba Muñoz el hecho de que se destine la inversión en infraestructuras a un medio de transporte que utilizado por uno de cada 10.000 viajeros”.
Debate político con pocas conclusiones claras
A continuación entraron a debate las distintas fuerzas políticas que forman parte de la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados. Sin bien quedaron expuestas las diferencias de criterio entre los diferentes grupos y apenas pudieron extraerse conclusiones en claro, sí se compartió la necesidad de cuidar nuestra red de carreteras y de alcanzar una inversión para su conservación, rehabilitación y mejora del 2% del valor patrimonial de la vía.
Andrés José Ayala Sánchez, portavoz del Grupo Popular en la Comisión, se mostraba partidario de un modelo en el que participen los diferentes modos de transporte. En este sentido, afirmó que “no hay ninguna incompatibilidad con otros modos de transporte y el ferrocarril. Al contrario, habría que apostar por la intermodalidad”. Además, el político popular se mostró crítico con la política del Gobierno en materia de infraestructuras: “Se ha llevado a cabo una política errática en materia de carretera y en el incumplimiento de promesas. Se ha generado otra crisis al trasladar a la gente que la carretera no es el mejor medio para moverse”.
Esta afirmación tuvo respuesta por parte de Rafael Simancas, portavoz del Grupo Socialista, que recordó que la “priorización del ferrocarril fue aprobada en el Parlamento”. Simancas mostró su apoyo a la gestión del Gobierno socialista, recordando que “la importancia crucial estratégica que este país en su conjunto ha otorgado a la inversión en infraestructuras y sistema de transporte”. Además defendió la inversión en carreteras realizada por el actual ministro de Fomento, José Blanco, alegando que “en 2004, con gobierno popular, la inversión total en carreteras fue de 2.775 millones. En 2009 fue de 5.609 millones, un incremento superior al 100%.
Por su parte, Francisco Xexí Jorquera, portavoz del Grupo Mixto y representante del BNG, coincidía con el mensaje de la AEC en cuanto a que “la inversión debe ser en conservación, hay que evitar la pérdida de valor patrimonial”, a la vez que discrepaba en “la confrontación entre carretera y ferrocarril que subyace”. En este sentido, Jorquera cuestionaba “que la inversión se concentre en el AVE”, apostando por una política que “mejore la red ferroviaria preexistente”.
En su turno, Pere Macías Arau, portavoz del Grupo Catalán, ponía en énfasis en la “falta de racionalidad en tla toma de decisiones relativas a infraestructuras”. Así, el representante de CiU mostraba su crítica respecto a la “actuación en determinadas carreteras que apenas serán utilizadas por 1.000 ó 2.000 personas al día” o al hecho de que “Fomento haya tenido que suspender una línea del AVE dos años después de su apertura porque su índice de ocupación no llega el 5%”.
En este sentido, Pere Macías solicitaba “una moratoria inmediata de la Alta Velocidad, con algunas excepciones como al AVE a Valencia o la Y griega vasca. Pero lo racional, ante la gravedad de la situación, sería parase un momento a pensar”.