Dieciocho empresas e instituciones han presentado en Barcelona el proyecto Marta (Movilidad y Automoción con Redes de Transporte Avanzadas) en un acto presidido por la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia. Se trata de una iniciativa, bajo el modelo de colaboración público-privada, que pretende sentar las bases científicas y tecnológicas del siglo XXI.
El proyecto, que ha requerido de cuatro años de trabajo, cuanta con un presupuesto superior a los 35 millones de euros. Ficosa ha liderado esta iniciativa en la que han participado 18 empresas españolas de diferentes sectores como Etra, GMV, Seat y Telefónica, además de 19 centros de investigación y universidades, con un ámbito de actuación global que abarca ocho comunidades autónomas.
Se trata de uno de los 16 proyetos de investigación aprobados por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), en la tercera convocatoria del Programa de Consorcios Estratégicos Nacionales de Investigación Técnica (Cenit), enmarcado en la iniciativa Ingenio 2010 y dirigido a fomentar la cooperación público-privada en I+D+i.
Xavier Pujol, consejero delegado de Ficosa, ha declarado que "el proyecto Marta es un claro y existoso ejemplo de colaboración público-privada, y de que es posible desarrollar en nuestro país tecnología innovadora y competitiva a nivel mundial en el campo de las comunicaciones aplicada a la movilidad".
Con Marta se pretende contribuir a la solución de problemas en términos de congestión, seguridad e impacto ambiental, con la finalidad de reducir los accidentes y mejorar la movilidad en Europa a través de sistemas tecnológicos avanzados. Algunas aplicaciones permiten, por ejemplo, el envío de datos de forma automática por parte de un vehículo accidentado sobre los detalles del accidente al centro de emergencias, al tiempo que alerta a vehículos cercanos y envía una fotografía del siniestro para facilitar el rescate; un sistema inteligente de detección de somnolencia; alerta mediante comunuicación vehículo a vehículo (V2V) sobre la presencia de otro vehículo en dirección contraria o identificar presencia de otros vehículos en intersecciones sin visibilidad; o cámaras de visión nocturna para la detección de peatones en la calzada.
Además, para una mejor gestión de la movilidad, las cámaras y sensores inteligentes instalados en la infraestructura de la red vial serán capaces de agilizar la circulación, identificando las zonas bloqueadas por el tráfico. Otras soluciones propician la reducción del vlumen del tráfico, especialmente en núcleos urbanos y reduciendo las emisiones de CO2. Un ejemplo es un sistema que informa al usuario del coste y tiempo que llevaría al conductor realizar el mismo trayecto en transporte público.