El fabricante sueco de automóviles Saab ha comunicado su decisión de solicitar voluntariamente su "reorganización", figura singular de la la legislación sueca similar al concurso voluntario de acreedores de la legislación española, ante la limitación de sus recursos financieros y con el objetivo de "asegurar la estabilidad a corto plazo".
La compañía ha anunciado que este proceso afecta a las sociedades Saab Automobile AB, Saab Automobile Powertrain AB y Saab Tools AB, quedando exentas de la reorganización todas las demás entidades, como Saab Parts AB, y todas las divisiones en el extranjero, incluida Saab Automobile Spain.
Saab, propiedad de Swedish Automobile (antigua Spyker), explicó que la Justicia sueca nombrará un administrador concursal que asumirá la gestión de la empresa de forma conjunta con la actual dirección. Además, el Estado sueco garantiza el pago de los salarios a los trabajadores.
La compañía ha propuesto como administrador al abogado sueco Guy Lofalk, quien también fue el administrador durante la reorganización de Saab Automobile que tuvo lugar en 2009.
La corporación prevé presentar el plan de reorganización a los acreedores en un plazo máximo de tres semanas, y espera recibir su visto bueno para poner en marcha en proceso, que tendrá una duración inicial de tres meses, prorrogable por otros tres trimestres hasta un máximo de un año.
En su comunicado, el fabricante escandinavo especifica que no se alterará "elementos clave de la estrategia general", a los que hay que sumar "una gama de producto totalmente renovada", en alianza con las firmas chinas Pang da y Youngman.
Victor Muller, consejero delegado y presidente de Saab Automobile y consejero delegado de Swan, ha asegurado que el proceso de reorganización voluntaria "nos dará el tiempo de protección y estabilidad necesarios, lo que permitirá atender salarios en Suecia, la obtención de financiación a corto plazo y la preparación para un reinicio ordenado de la producción".