Para ello, Geseme Legal realiza un seguimiento exhaustivo del cliente que no puede pagar para conseguir disminuir los términos de recobro. El equipo de Geseme Legal se adapta a cada cliente ya que entiende que cada uno de ellos tiene una estructura diferente y por tanto cada uno se debe trabajar de una forma especial. Lo hace siempre desde un trato correcto, con estricta confidencialidad y con grandes dosis de ética profesional. Geseme Legal contacta en nombre del cliente que representa, teniendo en cuenta que lo más importante es no perder la relación con ese cliente y que el mayor activo con el que cuenta hoy en día cualquier empresa son sus clientes sean o no morosos. A través de insistencia, negociación y comprensión, se consigue acelerar y recuperar los impagos, sea cual sea la deuda existente.
Los especialistas de Geseme Legal, con una experiencia anterior de 5.000 casos con un alto porcentaje de éxito, explican que la clave es "actuar lo más rápido que sea posible ya que si las deudas son inferiores a 2 meses, el éxito de cobro de esa deuda se produce en un 87% de los casos" por el contrario indican que "si las deudas son de más de 6 meses, se reduce el porcentaje al 50%. Es lo que conocemos como Deuda Joven. Cuánto antes decides actuar, mejor se puede prevenir la morosidad".
De forma adicional Dani Turró recuerda que "hoy en día muchas empresas trabajan con márgenes de beneficio muy reducidos. Si el margen comercial de una empresa es de un 10% y esa misma empresa acumula un % de morosidad de un 10% sobre el total facturado, el margen de beneficio es absorbido y anulado por el margen de deuda no cobrada a su vencimiento, una deuda que cuanto más tiempo pase mayores posibilidades tendrá de convertirse en impago y por lo tanto en pérdidas”.
"Geseme Legal no es un servicio concreto y específico para el cobro de deuda, nuestro propósito es conseguir que a largo plazo los impagos nunca superen los dos meses, puesto que es la franja en que la deuda se puede recuperar en la gran mayoría de casos. De esta manera pretendemos ser de ayuda para muchas PYMES que no cuentan con un departamento dedicado a los impagos y que además deben dedicar sus esfuerzos a realizar lo que saben hacer, es decir su actividad principal. Por ello nuestro planteamiento no es el de un proveedor de servicios puntual sino el de convertirnos en un asesor y colaborador externo que lleve el control y el seguimiento necesario para mantener siempre estable la morosidad de los clientes" añade Miguel Serrahima.
A mediados de año la empresa X tiene una deuda de la empresa Y por un importe de 2.000€ en una factura que se emite todos los meses por el mismo importe. El deudor tiene intenciones de pagar, pero como consecuencia de una falta de liquidez deja las facturas pendientes de pago en un segundo plano. Cuando el cliente deudor dispone de tesorería para hacer frente a sus deudas, coge el listado de aquellos a quienes debe dinero y paga primero a los que:
a).- Insisten más o reclaman un modo más directo y constante
De esta forma, la deuda de 2 meses que tiene con la empresa X sigue en la "lista de espera"y bajando posiciones.
Lo que al principio eran 2 meses pasa rápidamente a ser 6 meses y además las siguientes facturas también se van acumulando y varias de estas facturas superan los 2 meses de impago. Para la empresa X la deuda inicial de 2.000€ se convierte rápido en una deuda de 12.000€ de los cuales más del 50% (6.000€) superan los 90 días con respecto a la fecha de pago. Mientras tanto, la empresa X sigue pagando el IVA trimestral en base a lo facturado (y no cobrado) y sigue abonando las cuotas a la seguridad social de sus empleados. Adicionalmente y dado que continua fabricando piezas para la empresa ha de pagar a los proveedores, aunque no haya cobrado de su cliente para poder hacerlo. Y no ha podido atender y entregar a tiempo un nuevo pedido de un potencial cliente.
A final del ejercicio la deuda por impagos que acumula la empresa es de -12.000€ de su cliente Y de este ejercicio. Además:
-Ha avanzado IVA y ha seguido pagando IRPF, esto junto con el retraso en los pagos de otros clientes que tampoco han pagado a tiempo hace que la tesorería de la empresa X sea prácticamente 0.
– Dada la falta de liquidez, ha tenido que solicitar una línea de crédito de 8.000€ que le supone un coste de un 2% aprox. sobre el capital solicitado.
– Por miedo a perder el cliente que no paga en fecha, ha dejado de atender nuevas peticiones lo que supone un coste de oportunidad incalculable.
– En total acumula una deuda de 20.000€ (12.000 de la empresa Y + 8.000 del crédito). De los 12.000€ del cliente deudor Y, 6.000 son deudas con un vencimiento superior a 6 meses y 6.000 con una deuda inferior a 6 meses.
1).-Contratando el servicio de Geseme Legal en el momento 0, el escenario para la empresa X sería muy diferente:
• Si con la empresa Y se hubiese intervenido desde el primer mes, la deuda actual no superaría los 3 meses por lo que el importe se vería reducido al menos a 6.000€ y se movería en unos porcentajes de éxito en el cobro de la deuda superiores al 75%. Esto significa que se garantizaría el cobro aproximadamente de 4.500€ y la deuda pendiente de cobro sería de 1.500€.
• Al trabajar mediante diferentes opciones el pago de las deudas a tiempo, la empresa X no hubiese tenido que solicitar una línea de crédito y de hacerlo ésta hubiese sido inferior.
• En tal caso habría que diferenciar la deuda inferior a los 3 meses y la superior a los 3 meses ya que existen diferentes porcentajes de éxito.
• Respecto a la deuda superior a los 3 meses (6.000€) Geseme Legal tiene unos porcentajes de recuperación del 50% (3.000€) y con la deuda inferior a los 3 meses (6.000€) tiene un porcentaje del 75% de recobro (4.500€). Con lo que previsiblemente de la deuda total de 12.000€ se estima que recuperarían 7.500€.
• El coste del servicio de Geseme Legal sería sólo en base a resultados- y la deuda pendiente de cobro de la empresa X se vería reducida a 4.500€.