RÃo de Janeiro, 6 ago (EFE).- El Gobierno brasileño anunció hoy que desconectará 21 plantas térmicas ante la actual caÃda de la demanda de electricidad y la necesidad de ahorrar, pese a que a comienzos de año estaba atento a problemas de abastecimiento eléctrico por la prolongada sequÃa.
Las termoeléctricas que serán desconectadas a partir del sábado fueron parte de las accionadas a finales de 2014 para compensar la reducción de la energÃa generada por las hidroeléctricas, cuyas represas estaban en mÃnimos históricos, informó el Ministerio de Minas y EnergÃa.
Estas 21 plantas térmicas tienen capacidad para generar un promedio de 2.000 megavatios de energÃa y su desconexión supondrá un ahorro de unos 1.576 millones de dólares debido a que la producción térmica es mucho más costosa que la hÃdrica por usar combustibles como gas natural y carbón, según el Ministerio.
El anuncio de su desconexión se produce cinco meses después de que el propio Ministerio admitiera que el sistema de generación pasaba por “un momento grave” ante la sequÃa que redujo las presas de las hidroeléctricas a sus mÃnimos (30 % de su capacidad) y que el paÃs corrÃa el riesgo, aunque mÃnimo y administrable, de un racionamiento eléctrico.
La gran sequÃa de finales del año pasado y comienzos de 2015 causó una drástica caÃda en la generación eléctrica del paÃs, en un 70 % dependiente de las hidroeléctricas.
La situación obligó al Gobierno a poner en funcionamiento varias térmicas que son usadas en casos de emergencia debido al alto coste económico y ecológico de la energÃa que producen.
Parte de estas plantas térmicas podrá ser desconectada ahora gracias a la producción récord de las plantas que generan energÃa eólica en el nordeste del paÃs y a la recuperación de las reservas de agua de las presas que alimentan las hidroeléctricas en las regiones sudeste y centro-oeste del paÃs, según el Ministerio.
Además de las lluvias, que elevaron los niveles de las represas, Brasil se benefició de la entrada en funcionamiento de nuevas plantas de fuentes alternativas, como eólica y solar.
El director general de la Operadora Nacional del Sistema Eléctrico (ONS), Hermes Chipp, admitió que la desconexión también será posible por la reducción del consumo eléctrico ante la contracción que sufre actualmente la economÃa brasileña.
“Hay una previsión de que la carga se reduzca en un 1,8 % este año. Ese conjunto de factores nos permitió tomar la decisión (de desconectar las térmicas) con seguridad”, afirmó Chipp.
El ministro de Minas y EnergÃa, Eduardo Braga, dijo que, pese a la mejorÃa de la situación, Brasil aún necesita unos 10.000 megavatios generados por plantas térmicas de emergencia.
“Ya tuvimos que contar con hasta 15.000 megavatios de las térmicas en el momento más crÃtico, pero ahora sólo necesitamos unos 10.000”, afirmó.
La puesta en funcionamiento de las térmicas y la mayor oferta de su energÃa más cara obligó al Gobierno a elevar significativamente las tarifas eléctricas, lo que presionó la inflación a comienzos de este año.
Braga, sin embargo, admitió que aún no es posible decir cuándo podrá el Gobierno comenzar a reducir las tarifas eléctricas.