Luxemburgo, 17 sep (EFE).- El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, negó hoy haber creado un sistema de elusión fiscal en Luxemburgo en los 18 años que dirigió el país, mientras que sus servicios de Competencia han detectado ciertas resoluciones tributarias problemáticas en algunos países.
«Nunca establecí ningún sistema en Luxemburgo con el objetivo de asegurar que hubiera una elusión fiscal para discriminar a otros Estados miembros», aseguró Juncker durante una comparecencia ante dos comisiones del Parlamento Europeo sobre fiscalidad.
Señaló que se ha «exagerado su talento político» al respecto, pero recordó que el Gran Ducado no es una «excepción» respecto a la concesión de acuerdos fiscales individuales a multinacionales -conocidos también como «tax rulings»- por lo que pidió cambiar el nombre al caso LuxLeaks, un juego de palabras entre los términos en inglés de «filtraciones» y «Luxemburgo».
El escándalo revelado en 2014 puso al descubierto que Luxemburgo pactó ventajas fiscales secretas con casi 340 multinacionales entre 2002 y 2010, entre ellas Pepsi, IKEA, AIG, Coach o Deutsche Bank.
El comisario europeo de Asuntos Económicos y de Fiscalidad, Pierre Moscovici, afirmó hoy por su parte que los «tax rulings» no son una práctica exclusiva de Luxemburgo y afirmó que «no es malo que las empresas puedan anticipar sus impuestos corporativos».
Sin embargo, sí lamentó la opacidad que suelen acompañar a estos pactos y el hecho de que las multinacionales se beneficien de ellos para evitar el pago de impuestos.
Las resoluciones tributarias son aplicadas por muchos Estados miembros y en sí no constituyen un problema legal, pero sí moral y ético, al ser confidenciales y servir a las empresas para solicitar por adelantado a un país conocer qué tratamiento fiscal se les va a aplicar, a la vez que obtienen ventajas.
El problema surge cuando una resolución otorga, intencionadamente o no, un trato preferencial a ciertas compañías y facilita la planificación fiscal agresiva.
El presidente de la CE se distanció de estas ventajas concedidas durante su mandato al defender que el marco legal en materia fiscal es establecido por los ministros de Finanzas, para ser desarrollados por las autoridades fiscales competentes.
La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, que investiga los «tax rulings», explicó por su parte que el procedimiento para conceder resoluciones tributarias individuales a multinacionales respeta en «varios» Estados miembros las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
No obstante, agregó que «existen evidencias» de que ciertas decisiones analizadas hasta el momento por sus servicios «distorsionan seriamente la competencia», por lo que Vestager pedirá a sus servicios «iniciar más investigaciones».
La comisaria no reveló de qué casos o países se trata, pero en junio pasado se supo que, al menos en esas fechas, la CE estaba inquiriendo en cinco casos donde teme que las decisiones podrían constituir ayudas de Estado.
La CE, que investiga desde junio de 2013 las resoluciones tributarias y amplió sus análisis en diciembre de 2014 a todos los Estados miembros, experimentó inicialmente una falta de cooperación por parte de ciertos países, una situación que se ha corregido.
Tras advertencias y con requerimientos formales incluidos en algunos casos para que los países entregasen finalmente la información requerida, «todos los países están ahora cooperando con nuestras investigaciones», señaló Vestager.
Ello ha permitido a la comisaria llevar el análisis a un segundo nivel más detallado y para ello solicitó a España y a otros 14 países que le entreguen acuerdos individuales concedidos a multinacionales para poder analizarlos.
En junio de 2014 la CE abrió una investigación sobre las ventajas aplicadas a Apple en Irlanda, Starbucks en Holanda y a Fiat Finance & Trade en Luxemburgo, y en octubre del año pasado abrió por su parte otra investigación sobre Amazon en Luxemburgo.
En cuanto a las investigaciones sobre ayudas de Estado específicas, como éstas, la comisaria indicó que sus servicios están «avanzando» pero que, aunque quiere progresos rápidos, prima la «calidad sobre la rapidez».
Para hacer frente a la elusión fiscal y la planificación agresiva por parte de multinacionales en la UE, la CE propuso en marzo hacer obligatorio en la Unión el intercambio automático trimestral de información sobre las resoluciones tributarias.
En junio pasado, relanzó además una iniciativa, que lleva estancada en el Consejo desde 2011, para crear una base tributaria consolidada común en la UE en dos fases, dejando la consolidación para un segundo paso, al ser el elemento que más reticencias ha generado entre los países.