Londres, 22 abr (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió hoy que el Reino Unido se quedará “el último de la cola” a la hora de fraguar acuerdos comerciales con su paÃs si abandona la Unión Europea (UE), tras respaldar su permanencia dentro de los Veintiocho.
El mandatario estadounidense, que llegó anoche a Londres en un viaje de tres dÃas como parte de una gira internacional, volvió a expresar su “opinión” sobre las consecuencias del plebiscito europeo que los votantes británicos celebrarán el próximo 23 de junio, con argumentos contrarios a la opción del “brexit” o salida del bloque europeo.
Obama también alertó durante una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro británico, David Cameron, en la sede del Foreign Office, de que este paÃs se arriesga a quedarse rezagado para alcanzar pactos comerciales con EE.UU. si se desvincula del club comunitario, al dar Washington prioridad a negociar con la UE.
El dirigente estadounidense defendió su derecho a opinar en un debate que “compete a los votantes británicos”, bajo el argumento de que el resultado del referendo es un asunto de “profundo interés” para su Gobierno, al “afectar a los proyectos” de su paÃs.
“Quizás en algún momento podrÃa haber un acuerdo comercial entre el Reino Unido y Estados Unidos, pero no va a suceder en breve, porque nuestro foco está en negociar con un gran bloque, la Unión Europea, para lograr un acuerdo comercial”, arguyó.
Según él, intentar sellar “acuerdos comerciales fragmentados” resulta “enormemente ineficaz” y alertó de que el Reino Unido podrÃa quedarse entre los últimos candidatos si sus votantes optaran finalmente por la salida en el referendo.
En cuanto al tratado transatlántico de libre comercio e inversiones (TTIP, por su sigla en inglés), que la UE ambiciona cerrar con Obama, señaló que actualmente ambas partes “trabajan duro para que salga adelante”, ya que “agregarÃa billones” a las dos economÃas.
Dentro de este contexto, Obama insistió, además, en que la permanencia británica en el bloque europeo “refuerza la relación especial” del Reino Unido con su paÃs, al contar con un “socio de confianza en Europa en asuntos como la lucha contra el terrorismo”.
“Precisamente porque tenemos confianza en el Reino Unido, y sé que si no trabajamos de manera efectiva con ParÃs o Bruselas, esos atentados -por los recientes ataques terroristas del Estado Islámico en ambos paÃses- migrarán a Estados Unidos y a Londres, quiero que uno de mis socios más fuertes esté en esas conversaciones”, explicó.
Obama resaltó que Washington quiere “un Reino Unido fuerte como socio” y consideró que ese paÃs “es mejor” cuando ayuda a liderar una Europa fuerte.
“El Reino Unido es más fuerte dentro de la Unión Europea. No creo que la UE modere la influencia británica en el mundo, la magnifica”, agregó.
Su claro posicionamiento en contra del “brexit” ha supuesto un importante impulso a la campaña por la permanencia que abandera Cameron frente a los detractores de la UE que, como el alcalde de Londres, el también conservador Boris Johnson, han tildado los argumentos de Obama de “hipócritas”.
Antes de su encuentro con los periodistas, los dos lÃderes abordaron en Downing Street otros asuntos de interés global como el apoyo al nuevo Gobierno de Acuerdo Nacional de Libia y la misión naval europea contra las mafias migratorias en aguas del Mediterráneo, la llamada Operación SofÃa.
La situación en Afganistán y en Ucrania y la colaboración contra el terrorismo centraron también las conversaciones.
Después de una charla a solas, se unieron a Cameron y Obama varios ministros británicos, entre ellos el de EconomÃa, George Osborne, Asuntos Exteriores, Philip Hammond, Interior, Theresa May, y Defensa, Michael Fallon.
Como parte de esta visita Obama y su esposa, Michelle, que antes de llegar al Reino Unido estuvieron en Arabia SaudÃ, almorzaron hoy con la reina Isabel II y su esposo, Felipe, en el castillo de Windsor (afueras de Londres), y esta noche cenarán en el londinense palacio de Kensington con los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, y el prÃncipe Enrique.
Por Patricia RodrÃguez