Atenas, 14 dic (EFE).- Grecia vive hoy la segunda huelga general en lo que va de año, convocada por los principales sindicatos para protestar contra las polÃticas de austeridad, el incremento de impuestos, la reducción de pensiones y salarios de miseria.
La huelga afecta principalmente a los servicios públicos, con paro absoluto en los ferrocarriles, pero tan solo parcial en el transporte urbano.
El tráfico de ferries también está paralizado pues el sindicato de los marineros se ha sumado al paro de 24 horas.
Autobuses, tranvÃas y trolebuses pararon desde la medianoche hasta las nueve de esta mañana (07.00 GMT) y volverán a las cocheras a partir de las nueve de la noche (19.00 GMT), mientras que el metro solo opera entre las nueve de la mañana y las cuatro de la tarde (14.00 GMT).
Los hospitales y las consultas médicas públicas solo ofrecen servicios mÃnimos, pero la mayorÃa de los doctores privados operan con normalidad.
En el tráfico aéreo no hay vuelos a las islas griegas desde las ocho de la mañana (06.00 GMT) hasta el mediodÃa (10.00 GMT), a causa de una huelga de los técnicos de telecomunicaciones, si bien el resto de conexiones nacionales e internacionales funcionan con normalidad.
Los medios de comunicación, que suelen adelantar un dÃa los paros para poder informar sobre el transcurso de la protesta laboral, han optado esta vez por hacer huelga el mismo dÃa que los demás trabajadores.
Es la segunda huelga general del año y la séptima en los casi tres años que está en el poder el izquierdista Syriza.
“Pobreza, impuestos, desempleo; basta ya”, destacó el sindicato del sector privado GSEE en la convocatoria de la huelga.
El sindicato criticó que las polÃticas contra los intereses laborales y los repetidos aumentos de impuestos conducen al aumento del desempleo y a la restricción los derechos colectivos de los trabajadores.
El sindicato del sector público ADEDY pidió en un comunicado incrementos de salarios y de pensiones, alivio de la presión fiscal y denunció los inminentes cambios en la legislación laboral que restringirán el derecho a la huelga.
Con ello aludió a la ley que se votará en las próximas semanas que prevé elevar en las votaciones de los sindicatos sectoriales la participación mÃnima para poder convocar una huelga del 20 % al 50 % más uno.