Madrid, 20 mar (EFE).- El Banco de España ha elevado al 2,7 % el crecimiento previsto para 2018 ante las mejores perspectivas y el menor impacto de la incertidumbre en Cataluña, si bien el pronóstico se enmarca en un horizonte de desaceleración en el que el avance de la economÃa se frenará al 2,3 % en 2019 y al 2,1 % en 2020.
En su último boletÃn, la entidad señala que la economÃa sigue mostrando un elevado dinamismo, lo que le lleva a pronosticar que el crecimiento en el primer trimestre será del 0,7 %, igual tasa que en los dos trimestres precedentes, gracias al tirón de la demanda interna y a pesar de la menor contribución del sector exterior.
El empleo seguirÃa creciendo al mismo ritmo que la economÃa, en tanto que la incertidumbre asociada a la situación polÃtica en Cataluña habrÃa disminuido después de que en el trimestre anterior tuviera un impacto negativo sobre el consumo privado y el turismo extranjero.
No obstante, las proyecciones a medio plazo del Banco de España apuntan a que la intensidad del crecimiento económico se verá gradualmente mitigada en los próximos tres años, de manera que al cierre de 2020 la economÃa crecerÃa un punto menos respecto al avance registrado en 2017 (3,1 %).
Los factores positivos sobre los que se apoyará el crecimiento son la firmeza de la actividad y el comercio, el mantenimiento de unas condiciones financieras propicias y una polÃtica fiscal algo más expansiva.
Además, la entidad dice que la mejora patrimonial de familias y empresas, unida a la de la competitividad exterior, aumenta la resistencia de la economÃa ante eventuales perturbaciones.
Sin embargo, a lo largo del periodo de proyección se espera una pérdida de empuje de los mercados exteriores y una moderación del consumo, tras el agotamiento gradual de la materialización de decisiones de consumo en bienes duraderos que habÃan sido pospuestas durante la crisis y porque los hogares tenderán a recuperar su tasa de ahorro.
En este contexto macroeconómico, el Banco de España alerta de los efectos de polÃticas presupuestarias expansivas y apela a seguir reduciendo el déficit público para controlar la vulnerabilidad que supone el elevado endeudamiento público y para recuperar un margen presupuestario que permita tomar medidas ante situaciones adversas.
El director general de EconomÃa y EstadÃstica de la entidad, Pablo Hernández de Cos, ha dicho en rueda de prensa que existen riesgos de desviación al alza de los objetivos de déficit para este año y los dos siguientes ejercicios.
Tras el acuerdo salarial para los empleados públicos, y a la espera de conocer el detalle de otras medidas anunciadas (subida de pensiones mÃnimas y bajadas del IRPF para determinados colectivos), Hernández de Cos ha avisado de que será difÃcil progresar en la reducción del déficit si no se reducen gastos o se incrementan los impuestos.
Respecto a los salarios privados, la entidad dice que la todavÃa elevada tasa de desempleo contribuirá a contener la subida salarial, que para 2018 Hernández de Cos ha situado en una media del 1 %, que llegará al 1,4 % en 2019 y al 1,6 % en 2020.
Sin embargo, ha eludido hacer “recomendaciones” y ha considerado que la evolución salarial tiene que ser “heterogénea”, en función de la situación especÃfica de cada empresa.
Sobre las pensiones, ha considerado que las reformas de 2011 y 2013 deberÃan ser suficientes para garantizar la sostenibilidad del sistema a medio plazo siempre que se mantenga un “contexto económico boyante”, aunque ha alertado de que si las pensiones suben por encima del 0,25 % serÃa necesario “tocar otros parámetros”, ya sea de ingresos o de gastos.
En este sentido, ha augurado que las pensiones se revalorizarán un 0,25 % “prácticamente todos los años en las próximas décadas”, puesto que la ley de 2013 estableció esa subida mÃnima mientras el sistema de la Seguridad Social fuera deficitario.