PekÃn, 2 nov (EFE).- El presidente chino, Xi Jinping, prometió medidas para apoyar el desarrollo del sector privado y ayudar asà a resolver las dificultades que enfrentan las empresas privadas en China a través de rebajas fiscales o la facilitación de su financiación, informaron hoy los medios locales.
Xi mantuvo a última hora de ayer un inusual encuentro con representantes de empresas privadas en PekÃn, entre ellas el gigante tecnológico Tencent o el buscador Baidu, en el que también participaron responsables de polÃticas económicas y los viceprimeros ministros chinos Han Zheng y Liu He.
“Estoy aquà hoy para aumentar vuestra confianza”, aseguró el lÃder chino a los empresarios, a los que reconoció que “en los últimos cuarenta años, el sector privado de la economÃa se ha convertido en una fuerza indispensable en el desarrollo de China”.
Para apoyar al sector, prometió rebajas fiscales y exenciones para las empresas nuevas y pequeñas, facilitar su financiación, eliminar restricciones de acceso al mercado, mejorar las relaciones directas entre el Gobierno y las empresas y proteger la seguridad y la propiedad de los emprendedores.
AsÃ, Xi dio respuesta a algunas de las peticiones de apertura para el sector privado exigidas en numerosas ocasiones por la comunidad internacional.
Ayer mismo, los embajadores de Francia y Alemania en China pidieron en una carta conjunta que las empresas extranjeras operen en las mismas condiciones que las locales y se respete la propiedad intelectual en el paÃs asiático.
Este apoyo público a las empresas privadas se produce en plena guerra comercial con Estados Unidos, que justifica sus medidas proteccionistas por la desigualdad de condiciones que sufren las compañÃas norteamericanas frente a las chinas y por el abultado déficit comercial entre ambas potencias.
Xi también aprovechó el encuentro para pedir a las compañÃas mayor confianza en la economÃa china que, según recalcó, cuenta con una gran capacidad de recuperación, gran potencial y mucho margen de maniobra para realizar ajustes.
China ha reducido su crecimiento durante el tercer trimestre del año y su producto interior bruto (PIB) aumentó un 6,5 % interanual, por debajo de los previsto por los analistas.
Además, en sus últimos pronósticos, el Fondo Monetario Internacional bajó las previsiones de crecimiento para 2019 hasta el 6,2 % teniendo en cuenta la escalada de la tensión comercial.