Madrid, 20 feb (EFE).- Repsol perdió 3.816 millones de euros en 2019, frente a los 2.341 millones que ganó un año antes, tras dotar provisiones por 5.823 millones, 4.849 de ellos por la rebaja del valor contable de activos de producción y exploración de petróleo y gas ante la descarbonización de la economÃa y de la compañÃa en 2050.
Otros 837 millones se deben al arbitraje iniciado por Sinopec en relación a activos en Reino Unido, según la cuentas de la compañÃa, cuyo consejero delegado, Josu Jon Imaz, ha asegurado que pese a las pérdidas mantienen el compromiso de pagar un dividendo de un euro en 2020 y de amortizar capital un 5 % para elevar el valor de las participaciones de sus accionistas.
En conferencia con analistas, el directivo ha abogado por un dividendo estable de cara a los próximos años, aunque ha explicado que incluso podrÃa subir si no encuentran proyectos de inversión con rentabilidades a “doble dÃgito”. “Si los retornos no son los esperados, prefiero tener el dinero en el bolsillo”, ha añadido.
En 2019, el resultado neto ajustado (que excluye atÃpicos y provisiones) se situó en 2.042 millones de euros, el 13 % menos, lastrado por la caÃda de los precios internacionales del crudo y del gas natural, asà como de los márgenes industriales.
El flujo de caja operativo creció el 8 %, hasta 5.837 millones de euros, “resultado de una estrategia en la que la compañÃa superó con éxito un entorno adverso”.
Por negocios, el de “upstream” (exploración y producción) arrojó un resultado neto ajustado de 1.050 millones, el 20,8 % menos que en 2018, debido principalmente a unos menores precios de realización de crudo y gas, y a la caÃda de la producción en un 0,9 %, hasta los 709 barriles equivalentes de petróleo al dÃa.
En “downstream” (refino y comercialización), el resultado bajó el 8 %, por la menor contribución de las actividades de refino, quÃmica, GLP (gases licuados del petróleo) y comercialización de gas.
Repsol prevé invertir este año unos 3.800 millones, cifra similar a la de 2019, de los que 1.800 millones, el 26 % menos, corresponden al negocio de “upstream” y 1.900 millones al de “donwstream”, cuyo presupuesto sube el 38 %.
Según datos de la compañÃa, se trata del segundo año en la historia de Repsol en el que la inversión en “donwstream” superará a la de “upstream”, después de 2010, cuando se vio impulsada por la ampliación de la refinerÃa de Cartagena.
Este cambio en el peso de la inversión de sus dos principales negocios refleja la apuesta por la compañÃa por la descarbonización y la sostenibilidad, cuestiones que ya forman parte del ADN y de la estrategia de Repsol, según Imaz.
Aunque el petróleo y el gas seguirán siendo importantes dentro del mix energético, ha apuntado, Repsol progresa con determinación hacia su descarbonización y hacia un acercamiento al cliente “multienergÃa”.
En este contexto, en 2019, la petrolera vendió activos de producción y exploración en RumanÃa, Angola, Papúa Nueva Guinea y la región de Kurdistán y prevé acometer desinversiones en mÃnimo dos o tres paÃses a lo largo de 2020, ha señalado Imaz.
La estrategia de descarbonización se acompañará de disciplina financiera, eficiencia, digitalización y operaciones seguras, según Imaz, que ha añadido que no descartan nuevas amortizaciones de capital para remunerar al accionista.
En lÃnea con los Acuerdos de ParÃs, Repsol se ha marcado como objetivo ser una compañÃa de cero emisiones netas en carbono en 2050. Antes de alcanzar ese hito reducirá sus emisiones el 10 % en 2025 respecto a 2016, el 20 % en 2030 y el 40 % en 2040.
En cuanto a las previsiones que manejan para 2020, basadas en un precio de 65 dólares por barril de Brent, el resultado bruto de explotación (ebitda) CCS (descontada la variación en el valor de las existencias y resultados extraordinarios) subirá el 8 %, hasta 7.800 millones.
El flujo de caja operativo mejorará el 15 % y sumará 6.700 millones, y la producción se situará en 700.000 barriles equivalentes del petróleo al dÃa, frente a los 709.000 barriles de 2019, lastrado por las interrupciones de actividad en Libia, fundamentalmente.
Por otra parte, la compañÃa confÃa en reducir su deuda neta el 16 %, hasta situarla en 3.500 millones.