Madrid, 30 mar. (EFE).- El parón de la economía por el estado de alarma decretado para combatir al Covid-19 ha ocasionado un derrumbe de hasta el 90 % en el consumo eléctrico de ciertas industrias, una circunstancia que previsiblemente se generalizará aún más tras la decisión de cerrar entre este lunes y mañana todas las actividades no esenciales.
Así, sectores como el de proveedores para fábricas de vehículos, el metal, la industria del mueble o la juguetera han llegado a ver reducido a una décima parte de lo normal su consumo de luz a raíz del estado de alarma decretado el pasado 14 de marzo.
En conjunto, la demanda eléctrica peninsular descendió en la semana siguiente -la del 16 al 22 de marzo- un 7,1 % respecto a la anterior y un 7,2 % frente a un año antes, según datos de Red Eléctrica de España (REE), el operador del sistema eléctrico.
En la semana siguiente, la pasada (del 23 al 29 de marzo), la demanda peninsular disminuyó un 2,95 % respecto a la precedente (ya en estado de alarma) y un 9,11 % en relación a la misma semana del año pasado.
La reducción fue aún más acusada en las industrias, especialmente de algunos sectores, según ha explicado a Efe el grupo de asesoría energética para empresas ASE, que presta servicio a más de 400 compañías de diferentes sectores.
Según sus estimaciones, el sector en el que más se redujo el consumo eléctrico fue en el de los proveedores para fábricas de vehículos, entre un 85 % y un 90 %, y la previsión es que esa disminución se incremente aún más.
Las empresas del metal también han bajado su consumo eléctrico entre un 80 % y un 90 %, al igual que las industrias del mueble y juguetes, que fueron cerrando después de que lo hicieran los comercios donde se venden sus artículos.
En el caso del transporte ferroviario metropolitano (metros y tranvías), ya en la primera semana tras el estado de alarma se redujo el consumo en torno a un 30 % y va a la baja.
El contrapunto lo ponen sectores que trabajan a pleno rendimiento, como los relacionados con el suministro a supermercados (empresas de alimentación, cartones, envases, embalajes), los centros de datos o hospitales.
Es de prever que la decisión de que entre este lunes y martes paren también todas las actividades no esenciales, entre ellas algunas industrias y obras de construcción que hasta ahora mantenían sus trabajos, reduzca aún más la demanda eléctrica nacional, que ya venía cayendo en España en los últimos tiempos. En 2019 descendió en conjunto el 1,5 %.
Sólo en febrero pasado, las empresas con un consumo eléctrico medio/alto registraron una caída interanual en su uso de electricidad del 3 %, según datos de REE corregidos de los efectos del calendario y temperaturas (del 3,2 % en la industria y del 2,3 % en los servicios), si bien fue el menor retroceso desde principios de 2019.
También viene disminuyendo en España el consumo de luz por parte de las grandes empresas demandantes de energía, entre las que se encuentran acereras, siderúrgicas y algunas químicas, y que en 2019 supusieron el 9,3 % de la demanda del sistema eléctrico peninsular.
Según ha explicado a Efe la asociación que las agrupa, AEGE, el consumo eléctrico de estas empresas cayó un 8,9 % en 2019 por la menor actividad de la industria electrointensiva asociada, sobre todo de la metalurgia no metálica (aluminio, ferroaleaciones y otras).
Estas industrias acumulan en los dos últimos años una caída del consumo del 15 %, según AEGE, que cree que el Covid-19 tendrá un impacto muy grande en su consumo eléctrico.