El billete verde se compraba este martes en el mercado tokiota en la zona media-alta de los 127 yenes, lo que no sucedía desde hace casi dos décadas y mantiene la caída sostenida de la divisa japonesa desde principios de marzo.
El ministro japonés de Finanzas, Shunichi Suzuki, reafirmó la importancia de la "estabilidad" en el mercado de divisas y señaló que las autoridades niponas "estarán en estrecha comunicación con las de EEUU" para "responder de manera adecuada", en declaraciones a los medios antes de viajar a Washington para participar en la reunión del G20 de titulares del ramo.
En una intervención previa en el Comité de Finanzas del Parlamento nipón, Suzuki señaló que la deprecación del yen "se está acelerando", algo que tiene "un aspecto positivo" para la economía japonesa pero que también puede conllevar "un fuerte impacto negativo" para las empresas que tienen que asumir los crecientes costes de productos y materias primas importadas.
La divisa japonesa se mantiene a la baja desde hace semanas en el contexto de política de flexibilización monetaria que aplica el banco central nipón desde hace casi una década, lo que contrasta con un dólar reforzado tras las subidas de tipos de interés anunciadas por la Reserva Federal estadounidense (Fed).
El aumento de los rendimientos de los bonos del tesoro estadounidense ha ahondado esta tendencia, que encarece aún más las materias primas importadas de las que es altamente dependiente la tercera economía mundial y que se han disparado a nivel global a raíz de los problemas de suministro y de la guerra de Ucrania.
La Bolsa de Tokio también se ha visto divida en los últimos días por el doble efecto que conlleva un yen barato para las empresas japonesas, y tras caer en la víspera, su principal indicador, el Nikkei, llegó hoy a la pausa de media sesión con un avance de 31,11 o del 0,12, hasta los 26.830,82 puntos.
El yen sigue su caída frente al dólar y toca su mínimo desde mayo de 2002
Tokio, 19 abr (EFE).- El yen continuó hoy su tendencia de devaluación frente al dólar y se situó en un nuevo mínimo desde mayo de 2002, evolución que volvió a ser tachada de "no deseable" por el Gobierno nipón en el contexto de inflación global.
El billete verde se compraba este martes en el mercado tokiota en la zona media-alta de los 127 yenes, lo que no sucedía desde hace casi dos décadas y mantiene la caída sostenida de la divisa japonesa desde principios de marzo.
El ministro japonés de Finanzas, Shunichi Suzuki, reafirmó la importancia de la "estabilidad" en el mercado de divisas y señaló que las autoridades niponas "estarán en estrecha comunicación con las de EEUU" para "responder de manera adecuada", en declaraciones a los medios antes de viajar a Washington para participar en la reunión del G20 de titulares del ramo.
En una intervención previa en el Comité de Finanzas del Parlamento nipón, Suzuki señaló que la deprecación del yen "se está acelerando", algo que tiene "un aspecto positivo" para la economía japonesa pero que también puede conllevar "un fuerte impacto negativo" para las empresas que tienen que asumir los crecientes costes de productos y materias primas importadas.
La divisa japonesa se mantiene a la baja desde hace semanas en el contexto de política de flexibilización monetaria que aplica el banco central nipón desde hace casi una década, lo que contrasta con un dólar reforzado tras las subidas de tipos de interés anunciadas por la Reserva Federal estadounidense (Fed).
El aumento de los rendimientos de los bonos del tesoro estadounidense ha ahondado esta tendencia, que encarece aún más las materias primas importadas de las que es altamente dependiente la tercera economía mundial y que se han disparado a nivel global a raíz de los problemas de suministro y de la guerra de Ucrania.
La Bolsa de Tokio también se ha visto divida en los últimos días por el doble efecto que conlleva un yen barato para las empresas japonesas, y tras caer en la víspera, su principal indicador, el Nikkei, llegó hoy a la pausa de media sesión con un avance de 31,11 o del 0,12, hasta los 26.830,82 puntos.
El billete verde se compraba este martes en el mercado tokiota en la zona media-alta de los 127 yenes, lo que no sucedía desde hace casi dos décadas y mantiene la caída sostenida de la divisa japonesa desde principios de marzo.
El ministro japonés de Finanzas, Shunichi Suzuki, reafirmó la importancia de la "estabilidad" en el mercado de divisas y señaló que las autoridades niponas "estarán en estrecha comunicación con las de EEUU" para "responder de manera adecuada", en declaraciones a los medios antes de viajar a Washington para participar en la reunión del G20 de titulares del ramo.
En una intervención previa en el Comité de Finanzas del Parlamento nipón, Suzuki señaló que la deprecación del yen "se está acelerando", algo que tiene "un aspecto positivo" para la economía japonesa pero que también puede conllevar "un fuerte impacto negativo" para las empresas que tienen que asumir los crecientes costes de productos y materias primas importadas.
La divisa japonesa se mantiene a la baja desde hace semanas en el contexto de política de flexibilización monetaria que aplica el banco central nipón desde hace casi una década, lo que contrasta con un dólar reforzado tras las subidas de tipos de interés anunciadas por la Reserva Federal estadounidense (Fed).
El aumento de los rendimientos de los bonos del tesoro estadounidense ha ahondado esta tendencia, que encarece aún más las materias primas importadas de las que es altamente dependiente la tercera economía mundial y que se han disparado a nivel global a raíz de los problemas de suministro y de la guerra de Ucrania.
La Bolsa de Tokio también se ha visto divida en los últimos días por el doble efecto que conlleva un yen barato para las empresas japonesas, y tras caer en la víspera, su principal indicador, el Nikkei, llegó hoy a la pausa de media sesión con un avance de 31,11 o del 0,12, hasta los 26.830,82 puntos.
