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La oportunidad de la economía circular

Redacción ProfesionalesHoy17/05/2017

No puede entenderse el futuro de la industria sin la sostenibilidad. Y para ello es imprescindible optimizar procesos e introducir en ellos el reaprovechamiento de recursos como cuestión fundamental a tener en cuenta, tanto en las fases de producción como una vez agotado el ciclo de vida de los bienes y productos.

El reciclado es la base de la economía circular, un modelo que estandariza y dota de sentido económico a ese reaprovechamiento de recursos. Se trata de un estándar que cada vez se defiende desde más sectores de actividad, especialmente aquellos ligados a la industria, y que incluso desde la Unión Europea se fomenta como base para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones a los que se han comprometido los estados miembro.

Uno de los sectores que por definición debe abrazar este modelo de economía circular de un modo natural es el de la demolición y la gestión de residuos. Y la propia industria avanza en ese sentido. La economía circular fue protagonista en el reciente Foro de Demolición 2017, organizado por Aeded. En la misma línea, numerosas ponencias y conferencias de DDR Forum & Expo celebrado en Bruselas abordaron esta cuestión. También en este ejemplar de Máquinas de Derribo puede verse un ejemplo de cómo la industria siderúrgica es una de las que tiene en la actualidad las tasas más altas de reciclado, ya sea en los procesos de producción como en el reaprovechamiento del acero una vez finalizado su uso.

Una de las conclusiones del mencionado DDR Forum & Expo es la enorme brecha existente en la recuperación de residuos entre distintos países de Europa. A la cabeza se encuentran los Países Bajos, con una tasa de recuperación superior al 90% y que es puesto como ejemplo de política y conciencia al servicio del reciclado.

En los rankings mostrados, España no queda en buen lugar, situada por debajo de la media Europea. Expertos del sector esgrimen diversas causas para esto, desde las carencias normativas de la Administración y su falta de ambición –solo así pueden alcanzarse los elevados ratios de reciclado que vemos en países como Holanda- hasta fallidos mecanismos de control, pasando por razones culturales ligadas a la educación. Existen factores demográficos y de acceso a recursos naturales propios que también juegan en contra de regiones como la nuestra.

Desde foros como el organizado por Aeded se reclama la necesidad de luchar contra la impunidad de quienes siguen haciendo uso de malas prácticas, ejerciendo no solo una competencia desleal con quienes trabajan por hacer las cosas bien sino dañando seriamente el entorno de su mala praxis. Los vertederos continúan teniendo una presencia muy elevada en España, muchos de ellos ilegales, y los incendios descontrolados para la quema de escombros y residuos forman parte del triste paisaje de algunas zonas de nuestra geografía.

La economía circular ofrece no solo un futuro más saludable para todos, sino que es una fuente de oportunidades para un sector cada vez más tecnificado y cuyos procesos han mejorado de forma exponencial en los últimos años. Pero para su desarrollo es necesario poner los mecanismos suficientes que impidan que saltarse la ley resulte rentable.