El subsecretario del MARM aboga por una economía agraria sostenible
El Subsecretario del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Santiago Menéndez de Luarca, ha destacado, durante la clausura del VII Congreso de Economía Agraria que se ha celebrado en Almería, la importancia de impulsar un modelo económico agrario sostenible para satisfacer las necesidades de la sociedad.
Santiago Menéndez de Luarca ha indicado que el Gobierno de España ha apostado por una economía que funcione en clave ecológica y social y respecto al sector agroindustrial lo ha hecho por un desarrollo sostenible del medio rural, aplicando, ampliando y adaptando las políticas de la UE a las peculiaridades españolas, con iniciativas como la Ley de Desarrollo Sostenible del Medio Rural.
El Subsecretario del MARM ha señalado que la evolución de la economía agraria, siempre en constante revisión y adaptación, ha sido muy importante desde los años 70, habiendo crecido de la misma forma la agricultura, la ganadería y la agroindustria.
Pero si algo diferencia a la actividad agroindustrial (y por tanto a la economía agraria) de otros sectores, ha afirmado Santiago Menéndez de Luarca, es su implantación en el territorio y su incertidumbre en cuanto a las producciones, habida cuenta de su dependencia de la climatología y de otros agentes externos al proceso productivo.
Además, ha añadido el Subsecretario del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, el desarrollo sostenible económicamente, socialmente y ecológicamente, tiene que ser compatible con la rentabilidad de las empresas agrarias y alimentarias, por lo que los ingresos deben ser superiores a los costes. El problema, ha subrayado, estará en dimensionar bien las empresas, en proporcionarles las infraestructuras convenientes y los instrumentos financieros precisos o implantar políticas fiscales adecuadas.
Finalmente, Santiago Menéndez de Luarca, ha señalado la importancia de la rentabilidad empresarial para que el agricultor, el ganadero y el industrial puedan tener empresas viables, rentables y sean la columna vertebral del desarrollo rural, resaltando el papel del mercado como el mejor regulador posible de los procesos productivos y de consumo.