El control biológico, una opción para luchar contra las plagas de alcornoques y encinas
El uso de insecticidas para el exterminio de insectos repercute negativamente en la producción del fruto y el estado general del árbol al reducir la capacidad fotosintética de la planta.Por ello, la Escuela Técnica Superior de Agrónomos y Montes lleva desde 2001 trabajando de forma particular para alcanzar una herramienta eficaz que proporcione un manejo seguro y sostenible de las plagas forestales a través de la selección de microorganismos que provocan enfermedades en los insectos (entomopatógenos) en lugar de la utilización tradicional de insecticidas orgánicos de síntesis y de amplio espectro.
Pérez Guerrero, uno de los investigadores que coordina estos estudios desde la Escuela Técnica Superior de Agrónomos y Montes, explica la importancia del rol de estos insectos cuando comen hojas de estas especies del género Quercus: “Los defoliadores ejercen un papel destacado en las cadenas tróficas, es decir nutritivas, al servir de alimento a numerosos depredadores y parasitoides y favorecer el reciclado de los elementos en el ecosistema forestal. Sin embargo, bajo determinadas condiciones, algunas especies, como la Lymantria Dispar, constituyen importantes plagas forestales a nivel mundial”.
El trabajo de la UCO se está realizando con las principales especies defoliadoras de las dehesas del norte de la provincia de Córdoba A través de métodos prospectivos de vareo seleccionan aislados autóctonos de baculovirus y hongos con capacidad infectiva contra estas especies de mariposas y polillas, y así controlar posteriormente su población y, con ello, la defoliación de las encinas. Un muestreo que permite estudiar distintas familias de lepidópteros (formando un mapa) que afectan al género Quercus, de gran importancia económica para el sector como la especie Catocala nymphagoga y el Tortrix viridiana.
Fuente: www.agricultura.org