Nuevos avances para aumentar la resistencia de los cultivos a las situaciones de sequía
Un grupo de investigadores, con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha conseguido elucidar la estructura tridimensional (a nivel atómico) de uno de los receptores, denominado PYR1, de la hormona ácido abscísico (ABA). Esta hormona es clave para que las plantas afronten las situaciones de sequía y los investigadores han conseguido describir cómo el receptor PYR1 interactúa con la fitohormona para desencadenar la respuesta de la planta al estrés hídrico.
El resultado, que aparece publicado hoy en la versión on line de la revista Nature, favorecerá el desarrollo de moléculas sintéticas que mimeticen el efecto del ABA, superando las limitaciones del uso de esta fitohormona en agricultura, dado que es sensible a la luz y su síntesis química resulta cara. Con este trabajo se sientan las bases para identificar estas moléculas en el campo de la resistencia a sequía. Como explica el investigador del CSIC Pedro Rodríguez Egea, que ha participado en el estudio: “Estos resultados permitirán en un futuro plantear abordajes fitosanitarios, mediante el diseño de moléculas sintéticas que activen el receptor para que la planta responda al estrés hídrico y puedan ser aplicadas mediante pulverización ante situaciones de sequía”.
En estudios anteriores, el grupo liderado por el investigador del CSIC había participado en el descubrimiento de los receptores de la fitohormona ABA (14 miembros de una familia génica). En esta investigación se ha trabajado con uno de los miembros de la familia, el receptor PYR1, del que se ha conseguido resolver su estructura atómica.