La tarima Urban Deck se posiciona como referente del sector
La tarima de madera tecnológica Urban Deck, lanzada el pasado año por la compañía experta en distribución de madera, tableros y tarimas Gabarró Hermanos, se posiciona como referente del sector en tarimas para espacios exteriores. Se trata de una alternativa inteligente, sostenible y económica a las maderas tropicales, la solución idónea para exteriores, tanto a nivel particular en hogares, como a nivel profesional en establecimientos del sector hostelero que, además, ofrece sensaciones cálidas, refrescantes y confortables.
La composición de esta tarima es del 60 % de fibras de madera, un 30 % de HDPE (polietileno de alta densidad) y un 10 % de aditivos (UV estabilizadores, pigmentos y antioxidante), lo que le dota así de las mejores características de resistencia y durabilidad en exteriores, con una garantía del fabricante de 10 años.
Con Urban Deck, Gabarró apuesta por la funcionalidad, ya que tiene un mantenimiento mínimo, es de fácil instalación (grapas, tornillos y rastreles de madera cuperizada) y cuenta con una elevada resistencia al deslizamiento. También presenta redondeo de aristas para zonas donde la gente puede pasear descalza como son las piscinas.
Asimismo, el diseño de la estructura alveolar de la lama le otorga ligereza y una gran resistencia, así como una autoventilación constante que evita el sobrecalentamiento por la acción solar. En cuanto a su mantenimiento, la compañía recomienda realizar un repaso generalizado de fijaciones al año siguiente de su instalación y repetir este proceso cada tres años como máximo.
A nivel estético, la colección permite hacer combinaciones de dos posiciones diferentes de las lamas: una con la cara lisa y otra con la cara ranurada, lo que da un aspecto innovador y singular a suelos y terrazas. Además, está disponible en dos colores: gris perla y marrón glacé.
Por el efecto combinado de la acción solar (radiación IF y UV) y los agentes atmosféricos, en especial el agua de lluvia, la tarima en exterior sufre alteraciones de su color natural en su capa más superficial, lo que le permite adquirir una tonalidad más o menos grisácea. Basta un suave lijado para que la madera adquiera su color original, sin influir en su resistencia mecánica ni en su durabilidad.
Por su parte, para paliar el fenómeno de la decoloración en este tipo de tarima, también podemos aplicar productos de tratamiento superficial, que actúan a poro abierto, como los aceites.