La taxonomía de la UE a debate en el Foro Confedem
La segunda mesa redonda de esta IV edición del Foro Confedem ha reunido a distintos expertos sobre financiación sostenible en el sector. El encargado de moderar la mesa ha sido Luís de la Torre, consultor de sostenibilidad, que daba comienzo hablando de la importancia de la taxonomía europea. Pero, ¿Qué le preocupa al inversor? La inversión sostenible se ha convertido en algo habitual pero es un concepto muy amplio. Representa una tipología de inversión donde se tiene en cuenta distintos parámetros: ambiental, social y de gobernanza (ASG).
La taxonomía de la Unión Europea (UE), base sobre la que está construyendo toda la normativa europea en materia de finanzas sostenibles, nació con el objetivo de fomentar la canalización del capital necesario para financiar el crecimiento sostenible y la descarbonización de la economía europea, con el fin de lograr los objetivos climáticos de la UE, cumplir con los objetivos del acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollos Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.
En palabras de de la Torre los inversores pagan más por las acciones líderes en sostenibilidad, tiene menor coste de capital, cotizan: “La sostenibilidad es una inversión a futuro. Europa busca una financiación sostenible y esto se basa en la confianza con los inversores y eso se consigue a través de los pilares fundamentales del marco de financiación sostenible de la UE (2018)”.
De la Torre ha dado así las claves del crecimiento de la Inversión Sostenible (IS) en la actualidad. Según los datos aportados por el consultor, durante los años 2016 a 2019 la inversión sostenible ha crecido un 34%, la inversión responsable supone el 49% sobre el total de activos gestionados en Europa. Este es el camino que ha seguido Europa en busca de esa financiación sostenible que tiene dos ejes fundamentales:
- Mejorar la contribución de las finanzas al crecimiento sostenible mediante la financiación de las necesidades de la sociedad a largo plazo
- Reforzar la estabilidad financiera mediante la incorporación de los factores ASG a la toma de decisiones de inversión
“La taxonomía europea ahora mismo es ambiental”, afirmaba de la Torre. El proceso de implementación de la taxonomía cuenta con las siguientes fases: identificación de las actividades económicas elegibles; la contribución sustancial; la evaluación de daños no significativos (DNSH); las garantías sociales; y, por último, el cálculo de las métricas financieras.
Según ha indicado Luis de la Torre, al inversor le preocupa el impacto, es decir, la evolución de la inversión. Estos impactos serian los impactos del cambio climático y de otras crisis. Así ha asegurado que “los inversores están centrados ahora es la biodiversidad y el calentamiento global”. Al inversor por tanto, explicaba de la Torre, le preocupa el riesgo financiero del cambio climático.
Por otro lado, un activo muy importante, según el consultor de sostenibilidad, son los ecosistemas. El cambio climático y biodiversidad están conectados, no todo se reduce a unas menores emisiones. Hasta un 30% del potencial de mitigación climática del mundo podría provenir de la naturaleza. En esta línea, de la Torre ha afirmado que los ecosistemas se han deteriorado en un 47%: “La dependencia de la economía mundial de la naturaleza y la biodiversidad es también un riesgo financiero”.
La taxonomía europea nació con el objetivo de fomentar la canalización del capital necesario para financiar el crecimiento sostenible y la descarbonización de la economía europea
Asimismo, más del 50% de la producción económica mundial es al menos moderada o altamente dependiente de la naturaleza: “Si los sistemas naturales colapsan lo harán nuestros sistemas económicos y financieros. El valor global total de los servicios ecosistémicos es de 100-120 billones de euros al año”, ha destacado de la Torre.
En cuanto al sector minero, la biodiversidad está declarada como un factor ESG clave concreto. El analista evalúa el impacto potencial de las minas en áreas de alto valor de biodiversidad. “El enfoque sostenible cobrará cada vez mayor relevancia para las empresas en todos los sectores y, particularmente, en el sector minero por su problemática ambiental específica”, ha señalado de la Torre.
¿Cómo entiende la minería el inversor sostenible? Como comentaba de la Torre, se tiene “claro” que la minería es necesaria para satisfacer la creciente demanda de minerales, y esto les obliga a asegurarse que sus operaciones mitigan el posible daño ambiental o social. “los inversores conocen la importancia de integrar la sostenibilidad en todo el ciclo de vida de la mina, no solo mientras la mina está operando sino también cuando se retiran los activos”, ha explicado Luis. “Además –señalaba- las compañías mineras se exponen a ciertos riesgos ASG ya que sus operaciones pueden tener un impacto adverso en el medioambiente y la sociedad”.
La paradoja del desarrollo sostenible
En términos de sostenibilidad pertenece inicialmente al campo de la ecología. Al incluir la idea del desarrollo, pierde fuerza la óptica medioambiental, en favor de la social y económica.
Nuria Menéndez, directora general de Orovalle Minerals ha incidido en la necesidad de las materias primas para continuar con el mantenimiento del bienestar social: “La industria extractiva es un elemento clave un pilar fundamental para esta cadena de valor. Tanto es así que sin ello no podría mantenerse esa cadena de valor y ese elemento clave para toda la sociedad”, expresaba.
En lo que respecta a cómo llegar de la forma más efectiva a toda la sociedad, Menéndez ha reconocido que, aunque la información y la transparencia del sector son abundante, quizás la solución pase por buscar “un canal correcto para que se perciba esa información”. En este sentido, la directora de Orovalle señalaba el gran esfuerzo dedicado a recabar toda esa información pero asumiendo que “ahora debemos centrarnos en canalizar esos canales de información, trasladar a la gente todo lo que hacemos”.
«La dependencia de la economía mundial de la naturaleza y la biodiversidad es también un riesgo financiero”
Como ya viene reclamando el sector, los problemas de burocracia son un impedimento para poder llegar al final del camino. Menéndez se ha sumado a este replica comentado que, en este contexto, un elemento clave de sostenibilidad y viabilidad de los proyectos son esos marcos de actuación que permitan reducir la burocracia: “La burocracia es uno de los problemas más importantes a los que se enfrenta la industria, más si cabe con tanta incertidumbre y nos encontramos en bucle”, ha alertado.
Por tanto, el desarrollo sostenible es “una paradoja ética: sostenibilidad frente a desarrollo”, según Luis de la Torre. Pero, ¿Qué debe ser en concreto lo conservado en el largo plazo? Para el consultor de sostenibilidad de la Torre, la capacidad de producir bienestar económico: “Salvo aquellas cosas únicas e irremplazables, no sería posible, ni deseable dejar el mundo como nos lo encontramos en todos sus detalles”, ha afirmado y ha concluido destacando que “la mayoría de los recursos naturales son deseables por lo que hacen, no por lo que son”.
Por su parte, Javier Colilla, socio director de Natvalue, ha enumerado lo que, a su parecer, ahora mismo es lo que preocupa a las empresas: 1.) que el proyecto sea verde para no sufrir un incremento de los intereses; 2.) para la tramitación de una solicitud de otorgamiento es vital que el funcionario sepa que lo que se autoriza es un proyecto que potencia el desarrollo sostenible. En este sentido, Colilla ha afirmado que es muy fácil utilizar la información de una empresa para justificar que cumple con los ODS. “Es importante saber cuándo hay que hacer esto ya que se trata de que se realice en un momento que tengas visibilidad”, ha afirmado.
El carácter local, un factor relevante
Johannes Drielsma, consultor de Drielsma Resources Europe, con una larga trayectoria trabajando en Bruselas ha comentado la experiencia que ha visto durante sus años de actividad y, entre otros aspectos, ha destacado que la sostenibilidad es un elemento “muy local”: “En España la sostenibilidad es un tema especialmente sensible que se toma de manera muy emocional y se tiene muy cerca”. En comparación con otros países, esta sensibilidad –comentaba Drielsma -, es muy distinta en países como Alemania o Finlandia y éste “siempre va a ser un factor diferencial por su carácter y reacción tan local”.
El director de NWorld ESG & Sustainable Finance, Tomás Conde, ha señalado la clave que para él toma protagonismo en el sector: la historia del mismo. “Es un sector polémico no tanto por los impactos ambientales si no los impactos sociales, por las historias del pasado, etc. Hay mucha historia detrás. La clave no es tanto el origen si no el destino”.
Asimismo, Conde ha asegurado que la información RSG se ha estado haciendo desde una perspectiva de comunicación “barata” y ha subrayado que lo importante es utilizar las métricas ante las entidades financieras, es decir, una comunicación con métricas, con lenguaje financiero y con informes garantizados, firmado y comprometido con los administradores.
“Hay una diferencia entre objetivos de sostenibilidad y la realidad cuando cerramos transacciones. Hay que estar pegado al territorio para saber cómo proceder”, ha explicado Nuria. “Cuando las entidades locales lo traducen no entienden qué análisis deben realizar. Hay que traducir estos conceptos a estas entidades bancarias ya que ponen en riesgo el acceso a la financiación. Hay que darle esos recursos para que puedan darle el sentido a lo que se pide”, ha afirmado.
“Debemos asumir y adoptar el abastecimiento interno de la Unión Europea desarrollando las materias primas críticas que tenemos”
“En la COP25 en 1019 se comprometieron en el plazo máximo de 3 años que tendrían metodologías compartidos de la regulación etc. A día de hoy no lo tienen del todo hecho”, ha explicado Tomás. “El desconocimiento de los gestores es muy deficiente y esto es un problema. La taxonomía es muy técnica y compleja”, añadía Conde.
Para Drielsma, la solución pasa por tratar de transmitir la información y esa información “no se genera gratis”. En este sentido, las compañías mineras están enfocadas en ser sostenibles con las comunidades locales. “Quizás la nueva generación no se este dando cuenta de lo que supone esa sostenibilidad o, tal vez, – ha transmitido- este aspecto no sea interesante para ellos”.
Como punto común durante la sesión, se ha destacado que la taxonomía por sí sola no sirve para que la sociedad entienda el cambio que supone. Para una empresa minera es muy fácil demostrar la taxonomía y la evaluación positiva del capital pero hay que saber llegar a transmitir lo que esto genera.
Tomás Conde ha afirmado que existe un nivel alto de lo que ha denominado como “Green washing” (ecoblanqueo) que hay que “aniquilar” que supone un 70%. En esta línea ha mencionado que “el peor enemigo del medioambiente es la pobreza”. Así ha continuado explicando que “si tú cumples con toda la legislación eres igual de sostenible como otro más”.
La reciprocidad
Para finalizar la jornada, Vicente Peinador ha hecho un repaso a todo lo mencionado durante la jornada poniendo el foco en los aspectos más sensibles por los que atraviesa el sector. Así ha subrayado la importancia de aumentar el presupuesto para hacer exploración minera, como sucede en países como Finlandia o Suecia.
Además, según ha expresado Peinador, dice que la comunicación debe ser bidireccional: “Está bien informar de lo que se hace y cómo se hace pero también hay que escuchar a la otra parte que informa”.
En cuanto a lo que ve la sociedad, Peinador ha afirmado que “la impresión final por desgracia de la sociedad civil es que las certificaciones se pagan. La sensación de engaño sigue permanentemente en la sociedad civil”. Es posible cuantificar el capital natural para ponerle un valor, de forma que se pueda realizar esa interlocución explicando el impacto ambiental, viendo que se gana llevándolo a cabo”, ha concluido.
Invitado a clausurar la jornada, Galo Gutiérrez, director general de industria y de la Pequeña y Mediana Empresa – MINCOTUR, ha destacado el papel clave de las materias primas para el desarrollo sostenible que, durante la pandemia, ha puesto en manifiesto la mayor resiliencia para el desarrollo de la actividad económica: “El suministro de materiales críticos se ha visto afectado por los costes de energía y son problemas de fondo que amenazan directamente a la recuperación económica. Por lo que un verdadero pacto europeo debe asegurar el mantenimiento de los recursos y materias primas críticas”, ha afirmado y ha continuado insistiendo en que “debemos asumir y adoptar el abastecimiento interno de la Unión Europea desarrollando las materias primas críticas que tenemos.
Asimismo, el director general de Industria ha señalado que la industria es motor del progreso e “impone los avances tecnológicos al alcance de todos y satisface las necesidades primarias”. En este sentido – continuaba – “la industria produce los suministros que necesitamos y lo hace reinventándose. Sin industria no hay poder económico”.
En definitiva, la industria es un sector estratégico en términos de cohesión social y económica que se establece como factor esencial para proteger el medio ambiente.
